- Área: 350 m²
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Fotografías:Gunther Intelmann
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La tarea para Salagnac Arquitectos fue diseñar una vivienda de descanso para dos jóvenes familias, quienes viven permanentemente en los Estados Unidos y visitan con regularidad la zona de Nosara en Costa Rica, para disfrutar del sol tropical, las playas y el surf. La vivienda llamada Jardín del Mar se construyó en un terreno plano que colinda con una plantación de arroz y a lo lejos tiene el paisaje de las montañas.
Funciona similar a un pequeño hotel donde el área social es amplia y enfocada a las vistas de su propio jardín y piscina mientras las habitaciones se acceden a lo largo de un pasillo abierto de forma independiente. La forma en L separa claramente las dos extensiones y al mismo tiempo las reúne hacia el jardín.
La casa y sus habitantes se despiertan temprano, la primer luz al Este la ilumina por completo e invita a disfrutar de una mañana tropical. Las habitaciones alineadas de Este a Oeste con sus largos aleros se mantienen frescas y protegidas del Sol, pero dentro de ellas el ambiente es diáfano. La madera de Melina de color amarillo claro sumado a los colores blanco y gris en paredes y pisos le dan un ambiente luminoso, natural y relajante. Esto es interesante porque tradicionalmente las maderas utilizadas en los países tropicales tienden a ser oscuras de forma natural o teñidas, pero debido a las prohibiciones y la escases de esas madera exóticas, cada vez vemos mas la utilización de maderas de plantación como Teca y Melina que resultan ser más claras y mejoran en mucho la calidad de la iluminación en los espacios. Los baños son abiertos, con paredes relativamente bajas que permiten mirar desde adentro el cielo, los árboles ,sentir la brisa, los sonidos y movimientos de la naturaleza. En este clima se vive al exterior todo el año, inclusive en época lluviosa se disfruta de la vida al aire libre, la ventilación y luz natural.
El área social, la terraza, la piscina y el jardín son una sola, se ha borrado el límite entre adentro y afuera, así sus habitantes aprovechan en la sombra o al exterior de la comodidad que brinda la vivienda y disfrutan de la reunión de su familia y amigos en un ambiente libre y amplio. Cuando cae la noche, es el momento de mirar el cielo estrellado, la luna y el jardín iluminado, la casa que es un espacio de protección, sigue abierta al exterior.
El proyecto es racional en su diseño y uso de materiales. Se mantuvo donde es posible una exposición de la estructura e inclusive del techo, esto ha representado un ahorro de material y mano de obra. Se utilizó la piedra y madera locales reduciendo costos de transporte y favoreciendo el mercado local; además, se utilizaron métodos constructivos de uso común en la zona como son la mampostería, el concreto lujado en pisos y paredes y trabajos modulares en madera y metal.
En este proyecto se han amarrado elementos contrastantes: un estilo de vida moderno en un ambiente rural natural, un diseño de líneas rectas con materiales orgánicos y locales. Y una constante integración de la comodidad creada por la arquitectura y el disfrute de la vida en la naturaleza.